Habia Una vez, Talvez Dos...En Ningun Lugar...

...Y Al Final.

domingo, 27 de febrero de 2011

Sexto Principio Hermetico

                CAUSA Y EFECTO

Toda causa tiene un efecto; Todo efecto tiene su causa; Todo ocurre de acuerdo con la ley. "Azar" es solo el nombre que se le da a una ley desconocida; Hay muchos planos de causacion, pero ninguno escapa a la ley.


Todo en el universo tiene una causa específica; no hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, y la magnitud de un efecto es equivalente a la importancia de la causa que lo generó. Este principio actúa sobre todos los planos de energía: materia, mente y Espíritu. No existe la casualidad, la suerte o el azar; empleamos estos términos solo para referirnos a causas desconocidas. El hombre, en general, sólo conoce los efectos. El hermetista pretende acceder al conocimiento de las causas. A través de este principio podemos comprender la relación que existe entre los sucesos que le ocurren a un individuo y sus acciones del pasado, ya sean de esta vida o de una anterior. En este sentido, la palabra "karma", se refiere a aquella causa cuyo efecto aún no se ha manifestado, ya sea este positivo o negativo. Este principio brinda una explicación racional a las aparentes injusticias del mundo, cuando observamos efectos cuyas causas no alcanzamos a entender. Al comprender este principio entenderemos que todo lo que sucede en nuestras vidas, favorable o desfavorable, tiene que ver con causas que nosotros mismos hemos puesto en movimiento en algún momento, de forma consciente o inconsciente, y que no tiene sentido culpar a Dios, a los demás o a la suerte, pues somos nosotros mismos quienes labramos nuestra propia vida. No importa que no recordemos el instante, o se nos haya olvidado lo qué hicimos en muchos momentos de nuestra existencia; el principio de causa y efecto siempre se encuentra actuando y se nos presenta de manera inevitable. De forma correspondiente, la comprensión en profundidad de este principio, nos permite encontrar la solución a muchos de los problemas en la vida, al asumir la importancia de generar causas favorables de forma consciente para hacernos acreedores de sus efectos favorables.